Sabemos muy bien, Padre, que Tú nos amas y que quieres que nosotros te amemos tal y como nosotros somos; que seamos sinceros y a ti nos entreguemos sin temor; que te abramos las puertas de nuestro corazón y te dejemos habitar en su interior. Es por ello que, en esta mañana de Martes Santo, nos ponemos en tus manos, pues queremos estar siempre a tu lado, y con nosotros siempre te necesitamos. No te alejes, Padre, mas bien, entra en nuestro interior y cólmanos con tu infinito amor. Amén.
Buenos días O:)
Santo Domingo Savio, ruega por nosotros